Capitulo 9 Hospitalet de Llobregat

Era de noche y Andreita y Manolo me llevaban a lo que sería mi nueva casa. Llegamos y Alejandra estaba esperándonos, ella muy amable me mostró mi cuarto, el baño cuando los chicos se fueron nos tomamos una cervecita bien fría. Ella es Uruguaya y por lo tanto me sentía como en casa, por supuesto hasta el infaltable mate tenía.Sus dos niños ya estaban en la cama y mucho no quise preguntar sobre su marido pero se ve que no estaban en su mejor época aunque es válido comentar que si tenía una correcta participación en lo que a los niños se refiere, estaba muy presente.
Al otro día me comuniqué con Sole, una divina, compañera del Cole de Ezequiel a la que conocí de casualidad mientras tenía la típica crisis de ser un simpa (sin papeles) en España.Ella en ese momento trabajaba en la barra de un bar exclusivo de la zona mas linda de Barcelona.



Quedamos en vernos para su cumple que lo festejaba en un bar al lado de la estación de metro Drassanes, pegado a la Rambla.
A esa altura no estaba para ponerme de novio con nadie pero las hormonas se me salían hasta por los oídos y tenía una gran espectativa de que Sole me tire un hueso. Como los metros cierran a las 2 de la mañana, le dije que me quedaba hasta esa hora o me colocara, Sole que es una genia no sólo me consiguió lugar donde pasar esa noche, sino que se lo pidió a otra chica Argentina que para mi sorpresa estaba divina.



Llegué y cuando me presenta a Tata mi cuerpo como si nada pero mi alma se arrodilló en medio del bar y mirando al cielo no dejaba de decir Gracias. Mis ruegos estaban siendo escuchados.
Pasó un rato y la verdad que el grupo era muy agradable, allí conocí a Gustavo que se transformaría en un gran amigo con el paso de los días; mientras picábamos conocí también a Kenya, una chica Francesa, lo gracioso es que luego de un solo comentario, que fue que ambos nos llamábamos como 2 países de África, le bastó para comenzar a manejar mi futuro.
Me miró se sonrió y me dijo que la disculpe que tenía algo que hacer, por supuesto que le dije que no había ningún problema. Me quedé observandola y se fue a hablar con Sole, en menos de 15 segundos llamaron a Tata y el trio me miró. Claro ya lo habían resuelto. Kenya volvió a sentarse a mi lado y me dijo ...cambio de planes, hoy duermes en mi casa...
En ese momento me creía un galán de televisión pero me estaba metiendo en camisa de 11 varas.
Para rematar viene Sole me llena la copa y me dice al oído ...cuando se vallan casi todos nos quedamos los mas amigotes y nos vamos a bailar... .
Bueno la cosa prometía. Así sucedió cuando quedamos entre 6 y 10 personas, dejamos el bar y le compramos las típicas cervecitas a 1 euro que te venden por la rambla, que por supuesto Sole nos obligó a terminar antes de llegar al boliche.
Como no podía ser de otra manera al pasar por la puerta escucho ...Gastón, no me lo puedo creer, que hacés aca, cuando llegaste ?...
Era la voz de Marcos otro relaciones públicas con el trabajé más de un verano en Mar del Plata; podríamos denominarlo otro Argentino en España, entre abrazos y risas me pregunta con quien estaba y zasssssss todos para adentro en menos que canta un gallo y no solo eso sino que me pone en la mano unos 20 tickettes para tomar copas, de ahí en mas lo único que recuerdo es que cuando salímos llovía y Kenia no me soltó la mano ni cuando abrió la puerta de su casa.

Como siempre un chistecín para alegrar el día.