viernes, 7 de agosto de 2009

Capítulo 1 Las Primeras 24 horas

Habiendo preguntado antes de venir cerca de 7.000 preguntas a amigos que frecuentaban el viejo mundo sabía que debía conseguir un teléfono español pero todo lo que miraba valía 4 o 5 veces más de lo que estaba acostumbrado a pagar y por supuesto terminé llamando a mis 2 contactos desde una cabina. La suerte no estaba de mi lado, el primer llamado a Jopelín fue muy bien recibido aproximadamente a las 8 de la mañana, Hola si que bueno que estas acá , bla bla bla pero estoy de vacaciones en Galicia, regreso en 1o días. medio mundo se me vino encima.
Bueno aun me quedaba Marquitos y así fue, le llamé y la misma hermosa sintonía de alegría mutua hasta que me dijo salgo a las 20 horas de dar clase en la facultad. CHANNNNNNNNNN .
Resignado me fui a dar una ducha en el hotel que tenía reservado desde hace un tiempo, conseguí un mapa y me lancé a descubrir.
Desde el primer momento sentí sensaciones muy agradables, el poder recorrer en soledad las calles de Madrid fue algo espectacular sobre todo sentir las diferencias, quedarme mirando el edificio de Correos y pensar que no sé cuantos años llevaba allí que seguramente duplicaban toda la historia de cualquier edifico de la Avenida Corrientes.
plaza mayor de Madrid , la Puerta del Sol, y toda la gente que camina como muñecos regidos por normas de convivencia, SI aquí respetan las normas de convivencia !!! esto si que es otro mundo, hasta utilizan los cestos de basura.
Plaza mayor de Madridla Puerta del Sol

Si hay algo bonito en todas las ciudades españolas son las edificaciones antiguas, por ejemplo el El Palacio de Correos y Comunicaciones, en la plaza de Cibeles.

El Palacio de Correos y Comunicaciones

Ya cayendo el mediodía el calor era sofocante y mi método de refrigeración económica consistía en entrar al Corte Inglés y lentamente subir los 8 pisos hasta el baño y allí darme una disimulada ducha refrescante, sentir durante todo el recorrido el aire acondicionado que recargaba mis baterías, observar y elegir mi próximo destino de visita y al salir comprar una botellita de agua helada.
Lo primero que me hizo sentir en casa fue la aproximación de un muchacho Rumano el cual me increpaba que donde estábamos era su zona. Luego de un par de minutos de conversación áspera comprendí que me había visto pasar unas 10 veces por allí en menos de 3 horas y claro supuso que estábamos en el mismo rubro, CARTERISTA. Todo quedó arreglado cuando comencé a alabar a Craioveanu, a Dimitrescu, etc. claro el fútbol, el bendito fútbol es el idioma universal para los hombres, el me dijo Maradona y hasta le convidé agua.
Observé como estos delicados muchachos realizaban sus labores cotidianas un ratito y pensé mejor me voy antes de salir en el libro de Guiness como el hombre mas rápidamente encarcelado y deportado de la historia.
Entonces decidí dirigirme hacía la zona de La Castellana, previo paso por el tour refrigerador.
compré otro botellín y allá me fui, a decir verdad me gustó mucho, un paseo para recomendar siempre y cuando no tengan en cuenta lo que me sucedió a continuación; una mujer diminuta se me acercó a pedirme que firmara un papel a favor de los niños desamparados y de repente sentí que algo no andaba bien, efectivamente así era, decidí negarme pero con suavidad entonces ella me pidió un poco de agua ( ese agua que me parecía la más cara del mundo ) accedí y ZASSSSS se zampó media botella y digo media porque se la quité de la boca. entonces empezaron a salir gitanos hasta de las copas de los arboles, gracias a dios tengo piernas largas y mis pasos parecían los de Guliver en el país de los enanos y entre todo tipo de amenazas de ambos lados me encontré casi rodeado y de repente se hizo la luz un policía. Objetivo salvación a la vista, así fue que le llamé y logré quitarme de encima a esas lacras, tomé un taxi y me baje a los 400 metros en el hotel; me di otra ducha y me dispuse a esperar que sean las 8 de la noche para contactar a Marquitos, asi fue cuando hablamos sintió en el tono de mi voz que no me encontraba bien y me vino a buscar, su familia se encontraba de vacaciones, entonces me ofreció que me quedara a dormir en su casa, acepté encantado.
En una generosa acción de su parte me llevó a comer a De María, restaurante Argentino por excelencia. Cenamos y nos fuimos a dormir, no recuerdo exactamente en que cama dormí, lo que sí recuerdo que las sabanas de la casa de un amigo me sentaron como le sienta la placenta de su madre a un bebé, creo que al fin mi odisea de llegada concluía y si, no sé como lo hice pero seguía vivo.

Como siempre alarguemos la vida con un chistecito.

chiste de parejas

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